Miles de manifestantes comenzaron este jueves la llamada “Toma de Lima”, en medio de un paro general convocado por la Confederación General de Trabajadores del Perú, la principal organización sindical del país, en reclamo de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.

La protesta, organizada por seguidores del destituido presidente Pedro Castillo, llega luego de una nueva muerte en enfrentamientos en el sur del país, que hizo que aumentara aún más la tensión.

La mayoría de los manifestantes llegó desde el sur del país, bastión de Castillo y centro de graves enfrentamientos que causaron más de 40 muertos desde el 7 de diciembre, cuando el expresidente fue destituido.

Para evitar desbordes, la policía desplegó a 11.800 agentes en Lima para el control de las protestas programadas para la tarde de este jueves.

“Tenemos 11.800 efectivos policiales en las calles para el control de disturbios, tenemos más de 120 camionetas y 49 vehículos militares, y también la participación de las fuerzas armadas”, afirmó el jefe de la Región Policial Lima, Víctor Zanabría, quien agregó: “La policía está en alerta máxima”.

UN NUEVO MUERTO POR LOS ENFRENTAMIENTOS

En tanto, un muerto y un herido grave dejó este miércoles un enfrentamiento entre manifestantes y policías en Macusani, en el sur de Perú, con lo cual asciende a 43 el número de fallecidos desde que se inició la crisis, el 7 de diciembre.

Además, según las fotografías difundidas por medios locales, la comisaría de la ciudad fue quemada durante los enfrentamientos, donde agentes de policía fueron rescatados por un helicóptero durante el ataque a la comisaría, señaló el canal N de televisión.

Los manifestantes reclaman la renuncia de Boluarte, así como la convocatoria inmediata de elecciones en Perú.