Pablo Gastón Zapata declarará hoy en la décima jornada, como testigo en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Se trata de un joven de Zárate que fue citado por haber denunciado ser víctima de ataques de violencia de los acusados, que incluyeron el robo de su moto.

En diciembre de 2020 Zapata encontró a los imputados por el crimen de Báez Sosa cuando iba en moto camino a la casa de su abuela. Allí estaba Lucas Pertossi que, según él, lo increpó junto a otros chicos, le pegó una trompada en el ojo derecho, lo que generó una caída que le provocó una fractura de platillo tibial. Pertossi, según Zapata, continuó tirándole piedras y alguien del grupo aprovechó la situación y le robó la moto.

Para Fernando Burlando, querella de la causa, este testimonio será importante para entender la dinámica que tenía el grupo de acusados en su localidad antes del crimen de Fernando, según el testigo.

En esta línea declaró ayer Francisco Antonio Matteo Santoro, el amigo del remero de Zárate Pablo Ventura. Él dijo conocer de su ciudad natal a los imputados del crimen y los definió como “personajes” de los que “generaba ira su impunidad” e individualizó a Lucas Pertossi como “el que siempre pone a prueba con empujones o lo que sea”.

En su declaración Santoro recordó dos episodios puntuales en los que vio a los acusados del crimen de Fernando en actitud violenta y describió que se movían “siempre en grupo”. Y dijo: “Ellos provocan o buscan tu reacción con empujones a propósito, con toques en la cabeza o con un vaso y había dos posibles reacciones: te quedabas callado o, si no los conocías y reaccionabas más, se sabe el resultado… una pelea entre comillas porque no es una pelea un grupo de cinco o más personas contra uno solo”.

Los otros dos testigos de la última jornada de la segunda semana de juicio serán los bomberos voluntarios Javier Timoteo y Verónica Novea.

Asimismo, el jueves rompió el silencio Luciano Pertossi, uno de los ocho rugbiers acusados por la muerte de Fernando Báez Sosa. Fue durante la novena jornada del juicio por el crimen del joven asesinado a golpes en enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.

Ocurrió precisamente en un momento en que peritos estaban analizando diferentes imágenes de lo ocurrido aquella madrugada del 18 de enero. El imputado pidió declarar y negó la acusación. “No estaba donde muestran”, aseguró ante la mirada de los demás rugbiers, en los tribunales de Dolores.

De esta manera, las imágenes provocaron la desesperación de Luciano Pertossi, que por primera vez pidió declarar, y rompió el pacto de silencio para desmentir lo que decían los peritos y afirmar que él "no estaba" en ese lugar, en el momento en que golpeaban a Fernando. Se trata de un video de la agresión a Báez Sosa y sus amigos, grabado desde la vereda de enfrente. 

Así, Pertossi interrumpió a los peritos, y afirmó: “Deduje que decían que yo venía de ese lado, pero yo no estaba ahí”, mientras en la sala donde se lleva adelante el juicio mostraban uno de los videos en la que los rugbiers atacaban a la víctima y lo señalaban cómo una de las personas vestidas con una remera negra.

Tras esto, los fiscales le preguntaron dónde estaba, pero Pertossi replicó: “No te voy a responder”, y se negó a contestar cualquier pregunta “¿Quién es la persona de negro que está atrás del auto?”, le volvieron a preguntar. “No quiero responder ninguna otra pregunta, no se esfuercen porque no voy responder más nada”, esgrimió Pertossi, quien volvió a sentarse en su lugar y no habló más.