Este viernes, se conoció una nueva tragedia tras una foto familiar, ocurrida en el Dique Los Reyunos, en Mendoza. Allí, un niño de 7 años que estaba de vacaciones junto a su familia murió, tras caerse a un lago mientras se sacaba una foto.

La mamá del nene, su hermanita de 4 años y el chico estaban sacándose una foto, cuando los tres cayeron al agua. Las dos mujeres fueron rescatadas, aunque el nene se ahogó y su cuerpo fue encontrado horas después.

Walter Guillig, padre de la víctima, contó que los tres estaban tomándose una foto sobre el lecho del lago “cuando en ese momento se aproximó una creciente por la derivación del agua y fueron arrastrados por la corriente”.

Al observar esta dramática escena, el hombre se subió a su camioneta costeando el lago y ahí se encontró con un pescador que pidió ayuda al 911.

Allí, vio que su esposa e hija estaban agarradas a una roca. Con su ayuda, ambos lograron salir a la superficie y luego llegaron a tierra firme.

Según dijo el hombre, luego de ayudar a su mujer e hija, observó cómo la corriente del agua se empezó a llevar a su hijo.

Policías y rescatistas iniciaron un operativo de búsqueda que duró toda la noche del jueves, y alrededor de las 23, hallaron el cuerpo del niño a un kilómetro de la entrada del club Náutico.

OTRA FOTO TRÁGICA

Hace apenas tres días, una turista de 39 años que quiso sacarse una selfie, murió al caer al vacío en el Cañón del Atuel, en la localidad mendocina de San Rafael.

La víctima, que fue identificada como Natalia Elizabeth Ramallo, oriunda de San Fernando, provincia de Buenos Aires, estaba con su hijo y su marido, que llamó al 911 para avisar que su pareja se había caído de la ladera de la montaña, desde una altura de 100 metros.

Según relató la policía a medios locales, se estaba tomando una fotografía en una roca, perdió el equilibrio y cayó al vacío.