Hola María, ¿Cómo estás? Le pregunta una amiga a través de WhatsApp. Y le responde: "Aquí estamos, en la lucha, tengo una gotera en la cocina, se me tapó la pileta y no corre agua, no anda la cortadora de pasto".

Rosa, lee, lee y le contesta si está por resolverlo, y que hace mientras. A lo que su amiga le contesta: No.

Rosa trata de levantarle el ánimo y le da alternativas para el mientras tanto, que corte el pasto con la azada, que tire agua caliente en la bacha, en fin…

Pero las respuestas son desganadas, sólo recibe de vuelta "Dejá nomás, qué le vamos a hacer, así nomás es".
Hay muchas personas que ante un problema doméstico, o común, que puede pasar, lo dejan así, o permiten que todo se venga abajo. A veces otros se apiadan y los ayudan y muchos ven caer a pedazos, aquello que se puede solucionar.

Todo tiene solución, en general las roturas de la casa la hace alguien que conoce el oficio, pero hay que llamarlo o aprender a hacerlas. Muchas personas son hábiles  tienen sus propias herramientas.

Lo grave en cualquier circunstancia es abandonar y no buscar soluciones.

Esas personalidades, reiteran su conducta en todos los ámbitos, son inconscientes o indiferentes, aunque algunos están en estado depresivo.

De todos modos, démosle la oportunidad de que pueda ver las soluciones, los hay quienes cambian de actitud, y desarrollan el sentido de perseverancia. Da satisfacción ayudar al que se deja ayudar.