Sebastián Battaglia rompió el silencio este jueves, luego de ser echado como director técnico de Boca. El  ex jugador pasó por el predio de Ezeiza a despedirse de los futbolistas y luego habló con la prensa: “Respeto la decisión. Vine a hablar con los muchachos, saludarlos. Para eso están las personas que toman las decisiones”, dijo.

En ese marco, el entrenador confirmó que la decisión del club le fue comunicada por Juan Román Riquelme en una estación de servicio de la localidad de Tigre, en una YPF de Nordelta. “Se dio así, fue de esa manera”, indicó.

“Al Consejo no le pedí explicaciones, y acepté la decisión de ellos. Estoy agradecido a los jugadores, a la gente que siempre me alentó. Me voy conforme con lo que fue esta etapa, le dejo dos títulos a la institución, hice cosas buenas. Me llevo todo eso”, dijo Battaglia.

Al referirse a su relación con Riquelme, expresó: “Él me dio esta posibilidad de estar al frente del equipo. Hubo diferentes opiniones en este ciclo pero creo que siempre fui muy leal, agarrado a mis valores. A veces hay diferencias que se marcan y yo siempre traté de seguir mi camino”.

LA "OBSESIÓN" DE LA COPA LIBERTADORES

Por otra parte, el ahora ex entrenador de Boca reconoció que “es difícil mantener proyectos a largo plazo", y que "la Copa era un objetivo, pero si te ponés a pensar, no se gana desde el 2007".

"Nadie tiene la fórmula del éxito y la verdad. Es una obsesión y termina pagando el entrenador. Pero son las reglas del juego y las entiendo”, dijo el DT.

Por último, Battaglia se refirió a los jugadores, y manifestó que puede "mirarlos a la cara y decirles realmente lo que vivimos, lo que sentimos", al tiempo que les agradeció "todo el esfuerzo".

"Sé que si el día de mañana me los cruzo, puedo saludarlos como pasó hoy. Me llevo la lealtad de mis jugadores. El día de mañana podré saludarlos, eso es lo que uno siempre se lleva”, concluyó.