Equipos de rescate encontraron este domingo los cuerpos de los últimos tres desaparecidos por la caída de la pared de un cañón que impactó sobre cuatro lanchas en un lago de Minas Gerais, Brasil. De esa manera son diez fallecidos -todos brasileños- y treinta heridos por la tragedia.

“Las víctimas estaban todas en la lancha Jesús. Todas las personas que estaban en las otras lanchas fueron rescatadas”, informó el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, teniente Pedro Aihara, citado por el diario Estado de Minas.

Del operativo participaron los miembros del Cuerpo de Bomberos, la Marina y la Policía. El trágico accidente sucedió al mediodía del sábado en el Lago de Furnas, ubicado en el municipio de Capitólio que pertenece al estado de Minais Gerais de Brasil.

Según estimaron los equipos de rescate, la mayoría de los fallecidos murió por el impacto de la mole de rocas, aunque también se confirmó que había varias personas que no contaban con el chaleco salvavidas al momento del accidente.

Hay más de 30 heridos que sufrieron lesiones leves, pero siete de ellos tuvieron heridas graves y fueron trasladados a la sala de emergencias de São José da Barra (MG), municipio ubicado a 45,5 kilómetros de los cañones. Tres llegaron inmovilizados pero conscientes, y hoy hay cuatro personas que continúan en diferentes unidades de salud.

La tragedia pudo haber sido aún peor de no ser porque varias de las lanchas advirtieron el desprendimiento de la mole de piedra algunos segundos antes y pudieron alejarse para recibir el impacto en menor medida. 

Según informó el periodista Patricio de la Barra, la empresa que ofrece los viajes en el lago Furnas no habría provisto a todos los turistas de los chalecos salvavidas que salvaron a dos menores que cayeron al agua por el impacto.

Desde 2012 las embarcaciones no estaban autorizadas para aproximarse a estas paredes de rocas.

Según los especialistas, la grieta se generó ee año, pero desde entonces no se realizaron más inspecciones en el lugar, las cuales podrían haber evitado la tragedia. Las últimas lluvias habían provocado algunas caídas de piedra de tamaño menor en los últimos días.

El portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, Pedro Aihara, explicó en declaraciones al canal GloboNews que lo que agrava la situación es que la roca cae de manera perpendicular. “Usualmente, cuando tiene este tipo de ruptura, sale en forma de rodajas, se desliza por la estructura y cae en diagonal o de pie”, explicó.