Este martes, Israel identificó una nueva cepa de coronavirus en su territorio, que según el Ministerio de Sanidad local no es más grave que la original y aclaró que la vacuna que está siendo usada en la campaña de inmunización es efectiva contra la misma.
Según el informe oficial, la variante "no es significativa a nivel clínico o epidemiológico" y ha manifestado que "no está conectada o es una causa de un mayor contagio o enfermedad grave".
La variante, identificada como P681H, fue detectada por primera vez en julio y fue confirmada en 181 pacientes.
Más de la mitad de la población de Israel, de nueve millones de personas, ha recibido ambas dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech. Las tasas de infección han disminuido de manera constante y la economía se ha reabierto en gran medida.